Una obra para la paz

“En estos días en los que estuvimos a poco de una intervención militar en Siria, el Réquiem de Guerra de Britten, su mensaje pacifista, adquiere una fuerza particular”, dice el director Guillermo Scarabino, quien tendrá a su cargo la dirección de esta monumental obra de Britten. “Todo el Réquiem es conmovedor. Los textos de Owen son descarnados y crueles. Pero el momento más conmovedor para mí llega sobre el final del Agnus Dei, cuando el tenor canta el Dona Nobis Pacem ( Danos paz ), una frase que no corresponde a la misa de difuntos sino que está tomada del ordinario. Un texto exógeno que aparece sobre la ‘m’ del ‘aeternam’ del coro, son sólo voces, ningún instrumento, todos unidos para pedir descanso para los muertos y paz para los vivos. Un mensaje pacifista, dicho en un momento particular y que tengo la responsabilidad de transmitir, el honor de dirigir musicalmente”, agrega emocionado.

La obra está incluida dentro de la temporada lírica del teatro, como un homenaje al compositor Benjamin Britten en el centenario de su nacimiento. “Es una obra muy significativa, que puede insertarse muy bien en un abono de ópera. Es histórico que el Colón en sus épocas mejores incluía grandes oratorios como la Misa en si de Bach, la Misa Solemnis de Beethoven”, sostiene.