Oriana Sabatini
De 23/8/13
Oriana Sabatini
Tal vez sea eso que llaman “la magia” de la televisión. O quizás no, simplemente nació con esa cualidad de destacarse y captar las miradas de la multitud. Y, sin lugar a dudas, Cris Morena es una experta en la búsqueda de casos como éste. Lo cierto es que a Oriana Sabatini se le abrieron las puertas de la fama y ella no dudó en cruzarlas. Hija de Catherine Fulop y Osvaldo Sabatini, la joven de 17 años es la protagonista femenina de Aliados (miércoles a las 21, por Telefe) y no le teme a la repercusión de su trabajo.
Llega a la entrevista en un bar en Olivos, cerca de donde graba la tira, y posa para la foto casi sin que se lo pidan. “Trabajé como modelo varios años”, explica. Su nombre empezó a hacerse conocido hace poco, más precisamente el 26 de junio, cuando se estrenó la telecomedia juvenil. Pero heredó la gracia de su madre, que la ayuda a desenvolverse con la naturalidad de quien lleva años en el rubro.
“Sabía del casting, pero dije ‘ni loca lo hago’, porque era imposible quedar. Un tío mío conocía a un productor y me dijo que vaya a probar suerte. Hice tres meses de taller y, después de un arduo trabajo, me dijeron que quedé. No lo podía creer. ¡Mis papás ya lo sabían y no me habían dicho nada!”, cuenta Sabatini, que también tiene una hermana más chica llamada Tiziana.
En su casa tuvieron lugar tres reacciones distintas ante la noticia: la de ella, la de su papá y la de su mamá. La joven cuenta que lloró y gritó (“se enteró todo el barrio”). La actriz venezolana, por su parte, se puso contenta, pero se lo tomó con más tranquilidad (“ella sabe que es lo que yo quiero”), y el padre productor tenía sentimientos encontrados (“es toda una preocupación para él la exposición que tengo, terminar la escuela por Internet y trabajar tantas horas”).
En Aliados, Oriana tiene un doble trabajo. Por un lado interpreta a Azul Medina, su personaje humano, que tiene un perfil más egoísta, materialista y solitario. Por el otro, también tiene el papel de Luz, que forma parte del grupo de seres que vienen a ayudar a los terrestres y se destacan por su bondad y compañerismo. Para Sabatini, esta contradicción no le dificulta su tarea, ya que tiene “cosas de los dos personajes: creo que soy poco demostrativa y eso me hace parecida a Azul”.
Dueña de una sonrisa contagiosa, se considera parecida en varios aspectos a su tía y madrina, la exitosa tenista Gabriela Sabatini. “Tengo casi todo de mi tía. No somos muy demostrativas. Afectuosas sí, pero no nos gusta mostrar nuestros sentimientos. Ahora, igual, no soy tan tímida como antes”, admite, y cuenta que intentó jugar al tenis, pero que no es lo suyo, sino que prefiere el boxeo.
Llega a la entrevista en un bar en Olivos, cerca de donde graba la tira, y posa para la foto casi sin que se lo pidan. “Trabajé como modelo varios años”, explica. Su nombre empezó a hacerse conocido hace poco, más precisamente el 26 de junio, cuando se estrenó la telecomedia juvenil. Pero heredó la gracia de su madre, que la ayuda a desenvolverse con la naturalidad de quien lleva años en el rubro.
“Sabía del casting, pero dije ‘ni loca lo hago’, porque era imposible quedar. Un tío mío conocía a un productor y me dijo que vaya a probar suerte. Hice tres meses de taller y, después de un arduo trabajo, me dijeron que quedé. No lo podía creer. ¡Mis papás ya lo sabían y no me habían dicho nada!”, cuenta Sabatini, que también tiene una hermana más chica llamada Tiziana.
En su casa tuvieron lugar tres reacciones distintas ante la noticia: la de ella, la de su papá y la de su mamá. La joven cuenta que lloró y gritó (“se enteró todo el barrio”). La actriz venezolana, por su parte, se puso contenta, pero se lo tomó con más tranquilidad (“ella sabe que es lo que yo quiero”), y el padre productor tenía sentimientos encontrados (“es toda una preocupación para él la exposición que tengo, terminar la escuela por Internet y trabajar tantas horas”).
En Aliados, Oriana tiene un doble trabajo. Por un lado interpreta a Azul Medina, su personaje humano, que tiene un perfil más egoísta, materialista y solitario. Por el otro, también tiene el papel de Luz, que forma parte del grupo de seres que vienen a ayudar a los terrestres y se destacan por su bondad y compañerismo. Para Sabatini, esta contradicción no le dificulta su tarea, ya que tiene “cosas de los dos personajes: creo que soy poco demostrativa y eso me hace parecida a Azul”.
Dueña de una sonrisa contagiosa, se considera parecida en varios aspectos a su tía y madrina, la exitosa tenista Gabriela Sabatini. “Tengo casi todo de mi tía. No somos muy demostrativas. Afectuosas sí, pero no nos gusta mostrar nuestros sentimientos. Ahora, igual, no soy tan tímida como antes”, admite, y cuenta que intentó jugar al tenis, pero que no es lo suyo, sino que prefiere el boxeo.
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