Una muestra de alto nivel

Desde hace tiempo, toda persona que se interesa por el paisaje actual de la danza contemporánea va, o debería ir, a las muestras de trabajos coreográficos del Taller de Danza del Teatro San Martín. El Taller provee de intérpretes al Ballet Contemporáneo que dirige Mauricio Wainrot, pero también estimula la creación coreográfica en un marco de gran exigencia aunque de absoluta libertad. Dirige el Taller desde hace más de veinte años Norma Binaghi, que llevó esta escuela de perfeccionamiento (los estudiantes que ingresan ya traen una formación técnica sólida) a un nivel muy alto. Las muestras anuales comprende las obras que crean los alumnos del último año y este proceso les lleva nueve meses de elaboración y ensayos.

En la presentación del 31 de octubre se vieron diez obras, lo más disímiles que pueda imaginarse, y como llevaría mucho espacio referirse separadamente a cada una, tomaremos sólo tres de ellas, buenos ejemplos de la saludable heterogeneidad. Macarena Bandi creó para sí misma un solo llamado Imaginá el nombre de la obra sobre el primer movimiento de la Sinfonía Nº 5 de Beethoven. Casi desnuda, embadurnándose de pintura, Bandi lleva su breve pieza por un camino insólito, audaz y humorístico.

Segunda estación, de Daniela López y Nicolás Itrurbide, para un grupo numeroso, crea una atmósfera genuinamente poética y muy interesante en el diseño espacial. Las hojas secas que utilizan no son decorativas, forman parte insustituible de la obra. El dúo que cerró el programa, 10 en la quietud, de Ariel Almirón con Florencia Alonso -sobre In a Landscape de John Cage- es de una gran belleza y revela una sorprendente madurez coreográfica. En las restantes obras también hubo imaginación en diferentes manifestaciones. Acompañaron el proceso creativo los maestros del Taller Marina Giancaspro, en la primera etapa, y luego, Alejandro Cervera.